¿Qué es?
El cerclaje se refiere al reforzamiento del cérvix o cuello uterino por medio de una sutura sintética, que generalmente se realiza vía vaginal o menos comúnmente vía abdominal.
¿En quiénes está indicado?
Aunque los siguientes puntos son las indicaciones más frecuentes para su colocación, es imprescindible que cada situación particular sea valorada previamente por un médico especialista, ya que cada caso es diferente y en ocasiones, podrían beneficiarse más de algún tratamiento médico diferente o bien, podrían existir condiciones que contraindiquen su colocación.
1. En mujeres con antecedente de pérdidas gestacionales del segundo trimestre sin otra explicación aparente o sin que hayan cursado con trabajo de parto propiamente instaurado.
2. En mujeres que presenten dilatación cervical indolora (sin trabajo de parto) en el segundo trimestre del embarazo.
3. En mujeres con antecedente de parto pretérmino espontáneo antes de las 34 semanas y que presenten acortamiento importante del cérvix o cuello de la matriz en el embarazo actual antes de las 24 semanas de gestación.
¿Cuándo y cómo se realiza?
Idealmente, debe colocarse entre las 12 y 14 semanas de la gestación, una vez habiendo corroborado que se trata de un feto y un embarazo viables. En ocasiones, puede extenderse hasta antes de las 24 semanas, dependiendo de la causa y situación particular, llegando inclusive a ameritar colocación de urgencia.
Se realiza en una sala de quirófano bajo anestesia regional, mayormente vía vaginal y menos comúnmente abdominal. Por lo regular tarda entre 15 y 30 minutos y en ausencia de cualquier complicación, se puede egresar del hospital el mismo día de su colocación.
¿Qué debo hacer para saber si soy candidata a su colocación?
En primer lugar, debes acudir a valoración con un médico especialista en la materia. Tu historia clínica con tus antecedentes, además de la exploración física y la medición del cérvix o cuello de la matriz por ultrasonido son imprescindibles para la toma de decisiones.
Una vez considerada candidata para su colocación ya sea por tu historia o exploración, es importante que realices un ultrasonido detallado por un médico materno fetal (ultrasonido de tamizaje de primer trimestre o ultrasonido estructural) para excluir posibles complicaciones en tu embarazo y en el feto que contraindiquen el procedimiento, así como otros estudios de laboratorio para descartar infecciones que pudieran complicar el proceso.
