Parto o Cesárea Humanizados

¿Qué es el parto humanizado?

Es aquél en el que la madre es la protagonista y no el médico y que, por lo tanto, los deseos de ella se vuelven prioridad durante el trabajo de parto y el nacimiento. 

Se trata de hacer del parto una experiencia positiva en la mujer, que cumpla o supere sus expectativas, respetando sus valores y creencias, bajo una asistencia médica de calidad y calidez humana.

¿En qué consiste?

El parto humanizado permite a la mujer decidir quién quiere que la acompañe durante el proceso, y sea su pareja, algún familiar o personal de confianza. También se le permite caminar o adoptar la posición que desee para relajarse y tolerar el dolor en medida de lo posible, sin tener que estar acostada todo el tiempo, pudiendo hacer uso de masajes o accesorios como pelota para facilitar la relajación muscular y la liberación de tensión. De igual manera, se permite la ingesta de líquidos para mantenerse hidratada. El apoyo en otras técnicas como musicoterapia o aromaterapia igualmente está permitido, procurando en todo momento el ambiente ideal de empatía y acompañamiento durante todo el trabajo de parto.

Por su parte, el personal médico está presente en todo momento, capacitado para la resolución de cualquier complicación, realizando la menor cantidad necesaria de tactos vaginales y procurando el cumplimiento de las expectativas y deseos de la madre.  

Al momento del nacimiento, se evita de manera rutinaria la realización de episiotomía (corte para aumentar la apertura vaginal), lo que permite una recuperación más rápida y fisiológica. 

Se lleva a cabo el pinzamiento y el corte tardíos del cordón umbilical (aproximadamente entre uno y tres minutos después del nacimiento), siempre y cuando no exista ninguna situación de urgencia que amerite la entrega inmediata del recién nacido para su reanimación. De esta manera, al mantener el flujo de sangre entre la placenta y el recién nacido por más tiempo, puede mejorar los niveles de hierro y prevenir la anemia en el recién nacido inclusive hasta los seis meses de vida. 

El contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido se procura dentro de los primeros diez minutos del nacimiento. Consiste en colocar boca abajo al recién nacido desnudo sobre el pecho desnudo de la madre, lo que ayuda a calmar al bebé, a mantenerlo caliente y a garantizar un mejor apego a la lactancia materna. 

¿Y en caso de cesárea?

La cesárea está indicada cuando no existen condiciones favorables para un nacimiento vaginal, ya sea por causa fetal o materna. Puede ser por alguna condición física de la madre en que la que alguna enfermedad suponga un mayor riesgo para ella o para el bebé al pasar por un trabajo de parto; o bien, alguna alteración en el líquido, en la placenta o en el bebé que implique mayor riesgo de complicaciones al intentar una resolución vaginal.  

Siempre y cuando no exista alguna condición que amerite atención médica de urgencia de la madre o del recién nacido inmediatamente después del nacimiento, el pinzamiento y corte tardíos del cordón umbilical y el contacto piel con piel inmediato se llevan a cabo. Sin importar la indicación de cesárea (urgencia o no), siempre se procura un ambiente de empatía, acompañamiento y confianza, donde un trato con calidad y calidez humana es el punto clave de la atención médica. 

Cesárea o parto, nuestro objetivo es simple: garantizarte una experiencia única e inolvidable, en la que te sientas segura, sabiendo que tu participación en la toma de decisiones, la atención médica ética y respetuosa, así como el acompañamiento durante todo el proceso, harán de ese momento uno de los mejores de tu vida.  

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